Si la semana pasada se materializaron las peores expectativas con la muerte del joven solicitante de asilo Abdoulaye Kone al intentar salir en los bajos de un camión de la cárcel que representa Ceuta para inmigrantes y solicitantes de asilo, las últimas horas han sido dramáticas para los solicitantes de asilo en Melilla de origen marroquí y saharaui. Sus solicitudes ha sido desestimadas, en cascada, por la Subdirección General de Asilo del Ministerio del Interior alegando en todos los casos que:
"El relato en el que basa su solicitud resulta contradictorio en la descripción de los hechos que motivaron la persecución alegada y de los aspectos esenciales de dicha persecución, y contradice hechos y circunstancias suficientemente acreditados según la información disponible de se país de origen y la recogida en el expediente, por lo que puede razonablemente dudarse de la veracidad de tal persecución, sin que se deduzcan del expediente otros elementos que indiquen que la misma haya existido, o que justifique un temor fundado a sufrirla.....
Por otra parte, tampoco se desprenden razones humanitarias para autorizar la permanencia en España en los términos previstos en la normativa vigente en materia de extranjería e inmigración...."
Es decir, el Ministerio del Interior parece no conocer el Código Penal, ni el código Civil marroquí que pena con cárcel a las mujeres embarazadas que no ha contraído matrimonio religioso, ni parece conocer que dichos códigos prohiben y condenan a cárcel a las mujeres que tienen relaciones con hombres de otra religión... Seguramente sus homólogos del gobierno marroquí dirán que dichos preceptos no se aplican, pero la realidad es tozuda y podemos demostrar, si fuera necesario, que eso no es así. Por otro lado es fácil entender cuales son las consecuencias que pueden sufrir las mujeres marroquíes en este trance cuando vemos que cerca de un centenar de cristianos extranjeros han sido expulsados de Marruecos en poco más de dos meses por el supuesto delito de "proselitismo".
No es necesario comentar la situación de los activistas saharauis en Marruecos.
El Gobierno Español, que parece tener en Marruecos otros intereses distintos a la defensa de los Derechos Humanos, ha suspendido esta semana con carácter general el Derecho de Asilo para los hombres y mujeres marroquíes y saharauis que buscan refugio en España.
Todos ellos deberán abandonar Melilla en el plazo de quince días o podrán ser detenidos y expulsados por la frontera de Beni Enzar a Marruecos, entregados a la policía marroquí y encarcelados por sus creencias religiosas, relaciones humanas u opciones políticas.
